“El enemigo interior” autor, Ismael Clavero.
Cuantas veces habrás percibido adentro de tu mente, cuando intentabas poner en práctica tus afirmaciones positivas o pensamientos de felicidad, para ayudarte a ti mismo a salir adelante en estos duros caminos de la vida; a esa odiosa vocecilla que lo mismo que un eco malvado, te hacía la contra en todo. Si tú decías blanco, ella retrucaba negro. Si tú decías éxito, ella contestaba fracaso. Un fastidioso compañero emergente, que al igual que aquellos elementos emergentes de tu computadora que aparecen cual molestas ventanitas a cada minuto; se empeña con tenacidad en hacerte imposible la vida. Mostrándote ese compañero perenne de tu mente y pensamientos, todo lo de negativo que hay en la vida. O sea la cara oscura de la luna y la espalda del sol.
Para defendernos de las maquinaciones de ese enemigo interior o instalación foránea, como le llamaba el escritor Carlos Castaneda, un rival con quien tendrás que tratar de por vida. (Pues solamente aquellos hombres y mujeres que han alcanzado un cierto grado de evolución de conciencia o santidad, han podido librarse de él.) Te he escrito estos consejos, para que ese amigo invisible no te amargue la vida ni estropee tus planes positivos. Te diré que como es una cuestión de convivencia pacífica adentro de tu mente, el emergente se tendrá que enterar de que en la casa el que manda eres tú. Y como todo buen sirviente te tendrá que obedecer día tras día, minuto tras minuto. Pues tus órdenes se harán más firmes, entanto crezca en ti lo positivo. Y esa voz tuya interior positiva llamada conciencia, logrará acorralar al enemigo interior, hasta que de su omnipotente voz negativa, no llegarás a escuchar casi nada. Se volverá débil cual un eco o susurro atrapado en un frasco con tapas herméticas. Transmutándose en apenas un inquilino silencioso, que de vez en cuando emitirá un murmullo de protesta. Murmullo que pronto será silenciado por la voz del amo de casa “conciencia” que le ordenará replegarse a sus recintos de mudes, y no perturbar tus planes de paz mental y felicidad.
Ten presente estos consejos, si la vocecilla dice malo, tú replícale en el acto “bueno, lo bueno siempre en mí.”
Y si no hallas fuerzas en ti para resistirla, invoca el nombre de Jesús, para que te envíe un ángel protector. Nunca te prestes a divagar en lo negativo que ella te propone, ni le sigas el juego. Silénciala con la voz amorosa de lo positivo, pues donde crecen las amapolas del bien, no abundan las espinas negativas del fracaso. Y veras que en tu vida los acontecimientos positivos abundaran por doquier.
Si tú así te lo propones, así se te manifestará.
